lunes, 14 de marzo de 2011

TEXTOS: Lírica y narrativa renacentista

LÍRICA Y PROSA RENACENTISTA: Marco Textual de la época


LÍRICA


SONETO XIII

A Dafne ya los brazos le crecían,

y en luengos ramos vueltos se mostraba;

en verdes hojas vi que se tornaban

los cabellos que el oro escurecían.

De áspera corteza se cubrían

los tiernos miembros, que aún bullendo estaban:

los blancos pies en tierra se hincaban,

y en torcidas raíces se volvían.

Aquel que fue la causa de tal daño,

a fuerza de llorar, crecer hacía

este árbol que con lágrimas regaba.

¡Oh miserable estado! ¡oh mal tamaño!

¡Que con llorarla crezca cada día

la causa y la razón porque lloraba!


Garcilaso de la Vega
  • Métrica: soneto, endecasílabos
  • · Temática: Mitológica (Metamorfosis de Dafne perseguida por Apolo);

amor imposible que provoca en el amante-poeta un dolor muy intenso

comparable a los personajes del mito.


  • Tópicos y recursos: epítetos, anáfora, metáfora, estructura quiasmática…
Égloga I (Garcilaso de la Vega)
                                                    El dulce lamentar de dos pastores,
                                                    Salicio juntamente y Nemoroso,
                                                    he de contar, sus quejas imitando;
                                                    cuyas ovejas al cantar sabroso
                                                    estaban muy atentas, los amores,                   
(de pacer olvidadas) escuchando. […]
                 Salicio:
  ¡Oh más dura que mármol a mis quejas,
y al encendido fuego en que me quemo
más helada que nieve, Galatea!,
estoy muriendo, y aún la vida temo;   
témola con razón, pues tú me dejas,
que no hay, sin ti, el vivir para qué sea.
Vergüenza he que me vea
ninguno en tal estado,
de ti desamparado,
y de mí mismo yo me corro agora.
¿De un alma te desdeñas ser señora,
donde siempre moraste, no pudiendo
de ella salir un hora?
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. […]

                                                                                Nemoroso:
                                                    Corrientes aguas, puras, cristalinas,
                                                   árboles que os estáis mirando en ellas,
                                                   verde prado, de fresca sombra lleno,
                                                 aves que aquí sembráis vuestras querellas,
                                                 hiedra que por los árboles caminas,
                                                 torciendo el paso por su verde seno:
                                                  yo me vi tan ajeno
                                               del grave mal que siento,
                                               que de puro contento
                                                con vuestra soledad me recreaba,
                                               donde con dulce sueño reposaba,
                                               o con el pensamiento discurría
                                               por donde no hallaba
sino memorias llenas de alegría. […]

  • Métrica: égloga, endecasílabos y heptasílabos.
  • · Temática: Bucólica/pastoril. Dos refinados pastores se lamentan de sus amores ante una naturaleza idealizada y exaltada, y que es confidente y reflejo del estado de ánimo de los amantes
  • Tópicos y recursos: adjetivación refinada y armónica, locus amoenus, indiferencia y desdén de la amada, antítesis


Soneto XXIII
   En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende al corazón y lo refrena;
 
  y en tanto que el cabello, que en la vena      5
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:
 
  coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado       10
cubra de nieve la hermosa cumbre;
 
  marchitará la rosa el viento helado.
Todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.
GARCILASO DE LA VEGA

  • Métrica: soneto, endecasílabos.
  • · Temática: Descripción (física: cabeza, cuello y busto) tópica de la amada a la que aconseja disfrute de su juventud mientras pueda.
  • Tópicos y recursos: Descriptio puellae, Carpe diem, paralelismo, anáfora, metáfora

MADRIGAL
Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos,
más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.

Gutierre de Cetina

  • Métrica: endecasílabos y heptasílabos.
  • · Temática: Descripción física de la amada quien es esquiva a los reclamos amorosos del poeta-amante.
  • Tópicos y recursos: Descriptio puellae, epítetos, paralelismo…

SONETO XXIV

Oye tú solo, eterno i sacro río,

el grave i mustio son de mi lamento,

i mesclado en tu grande crecimiento,

lleva al padre Nereo el llanto mío.

Los suspiros ardientes que a ti envío,

antes que los derrame leve viento,

acoge en tu sonante movimiento,

porque s'asconda en ti mi desvarío.

No sean más testigos de mi pena

los árboles, las peñas, que solían

responde i quexars'a mi gemido.

I en estas ondas i corriente llena,

a quien vencer mis lágrimas porfían,

viva siempre mi mal i amor crecido.

Fernando de Herrera.

  • Métrica: soneto, endecasílabos
  • · Temática: Exaltación de la naturaleza, lamento ante el desdén de la amada, elementos de la naturaleza que es su confidente.
  • · Tópicos y recursos: Locus amoenus, referencias mitológicas, epítetos…

  • CANCIÓN ODE AD FLOREM GNIDI

Si de mi baja lira
tanto pudiese el son que en un momento
aplacase la ira
del animoso viento
y la furia del mar y el movimiento,

y en ásperas montañas
con el süave canto enterneciese
las fieras alimañas,
los árboles moviese
y al son confusamente los trujiese:

no pienses que cantado
seria de mí, hermosa flor de Gnido,
el fiero Marte airado,
a muerte convertido,
de polvo y sangre y de sudor teñido […]

Garcilaso de la Vega


  • Métrica: canción compuesta por liras, endecasílabos y heptasílabos.
  • Temática: Exaltación de la naturaleza, lamento ante el desdén de la amada…
  • Tópicos y recursos: Locus amoenus, referencias mitológicas, epítetos…

POESÍA ASCÉTICA

ODA I
VIDA RETIRADA


¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruïdo,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;

Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio Moro, en jaspe sustentado!

No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.
¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado;
si, en busca deste viento,
ando desalentado
con ansias vivas, con mortal cuidado?

¡Oh monte, oh fuente, oh río,!
¡Oh secreto seguro, deleitoso!
Roto casi el navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso.

Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de a quien la sangre ensalza o el dinero.

Despiértenme las aves
con su cantar sabroso no aprendido;
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
el que al ajeno arbitrio está atenido.

Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.

Del monte en la ladera,
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto
ya muestra en esperanza el fruto cierto.

Fray Luis de León

  • Métrica: oda, endecasílabos y heptasílabos
  • · Temática: El mundo terrenal es una prisión. La vida retirada en naturaleza, practicando la virtud y dedicándonos al estudio, es la que nos acerca a Dios. Se elogia ese tipo de vida y elección.
  • Tópicos: Beatus ille, mundo =prisión/hombre encarcelado, concepción neoplatónica…

ODA XXIII
A LA SALIDA DE LA CÁRCEL

Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,

y con pobre mesa y casa
en el campo deleitoso
con sólo Dios se compasa
y a solas su vida pasa
ni envidiado ni envidioso.

Fray Luis de León.

  • Métrica: Oda, octosílabos
  • Temática: Este mundo está lleno de maldad y envidia, motivo por el que el poeta ha ido injustamente a la cárcel. Así que es mejor alejarse de los vicios y bienes engañosos de este mundo y vivir retirado de forma humilde y virtuosa. Ese es el verdadero sentido de la vida que nos acerca a Dios –concepto supremo y absoluto de todas las realidades positivas: Bien, Verdad, Belleza y armonía-.
  • Tópico y recursos: Beatus ille, derivación, el mundo es una cárcel…

POESÍA MÍSTICA

VIVO SIN VIVIR EN MÍ

Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.


Vivo ya fuera de mí,
después que muero de amor;
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí:
cuando el corazón le di
puso en él este letrero,
que muero porque no muero.

Esta divina prisión,
del amor en que yo vivo,
ha hecho a Dios mi cautivo,
y libre mi corazón;
y causa en mí tal pasión
ver a Dios mi prisionero,
que muero porque no muero.

Santa Teresa de Jesús

LLAMA DE AMOR VIVA

¡O cauterio suave!
¡O regalada llaga!
¡O mano blanda! ¡O toque delicado,
que a vida eterna save
y toda deuda paga!,
matando muerte en vida la as trocado.

¡O lámparas de fuego,
en cuyos resplandores
las profundas cabernas del sentido
que estava obscuro y ciego
con estraños primores
calor y luz dan junto a su querido!

¡Quán manso y amoroso
recuerdas en mi seno
donde secretamente solo moras
y en tu aspirar sabroso
de bien y gloria lleno
quán delicadamente me enamoras!

San Juan de la Cruz

CÁNTICO ESPIRITUAL

¿Adónde te escondiste,
Amado, y me dexaste con gemido?
Como el ciervo huyste
haviéndome herido;
salí tras ti clamando, y eras ydo.

Pastores, los que fuerdes
allá por las majadas al otero,
si por ventura vierdes
aquél que yo más quiero,
decilde que adolezco, peno y muero.

Buscando mis amores,
yré por esos montes y riberas;
ni cogeré las flores,
ni temeré las fieras,
y passaré los fuertes y fronteras.

¡O bosques y espesuras,
plantadas por la mano del Amado!,
¡o prado de verduras,
de flores esmaltado!,
dezid si por vosotros ha passado.

¡O llama de amor viva,
que tiernamente hyeres
de mi alma en el más profundo centro!
pues ya no eres esquiva,
acava ya, si quieres;
rompe la tela de este dulce encuentro.

San Juan de la Cruz

NOCHE OSCURA DEL ALMA

En una noche escura
con ansias en amores inflamada
¡o dichosa ventura!
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada.

ascuras y segura
por la secreta escala, disfraçada,
¡o dichosa ventura!
a escuras y en celada
estando ya mi casa sosegada.

En la noche dichosa
en secreto que naide me veýa,
ni yo mirava cosa
sin otra luz y guía
sino la que en el coraçón ardía.

Aquésta me guiava
más cierto que la luz de mediodía
adonde me esperava
quien yo bien me savía
en parte donde naide parecía.

¡O noche, que guiaste!
¡O noche amable más que la alborada!
¡oh noche que juntaste
amado con amada,
amada en el amado transformada!

En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba
allí quedó dormido
y yo le regalaba
y el ventalle de cedros ayre daba.

El ayre de la almena
quando yo sus cavellos esparcía
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.

Quedéme y olbidéme
el rostro recliné sobre el amado;
cessó todo, y dexéme
dexando mi cuydado
entre las açucenas olbidado.

San Juan de la Cruz
  • · Métrica: octosílabos (santa Teresa), endecasílabos y heptasílabos (En los dos últimos poemas forman liras)
  • Temática: El Amor divino y lo que supone esta unión con Dios (mística).
  • Tópicos y recursos: Símbolos, Paradoja, anáfora, paralelismo…

PROSA

"Vida de Lazarillo de Tormes, de sus fortunas y adversidades" (Novela Picaresca)

Prólogo

Yo por bien tengo que cosas tan señaladas, y por ventura nunca oídas ni vistas, vengan a noticia de muchos y no se entierren en la sepultura del olvido, pues podría ser que alguno que las lea halle algo que le agrade, y a los que no ahondaren tanto los deleite; y a este propósito dice Plinio que no hay libro, por malo que sea, que no tenga alguna cosa buena; mayormente que los gustos no son todos unos, mas lo que uno no come, otro se pierde por ello. Y así vemos cosas tenidas en poco de algunos, que de otros no lo son. Y esto, para ninguna cosa se debería romper ni echar a mal, si muy detestable no fuese, sino que a todos se comunicase, mayormente siendo sin perjuicio y pudiendo sacar della algún fruto; porque si así no fuese, muy pocos escribirían para uno solo, pues no se hace sin trabajo, y quieren, ya que lo pasan, ser recompensados, no con dineros, mas con que vean y lean sus obras, y si hay de qué, se las alaben; y a este propósito dice Tulio: "La honra cría las artes." ¿Quién piensa que el soldado que es primero del escala, tiene más aborrecido el vivir? No, por cierto; mas el deseo de alabanza le hace ponerse en peligro; y así, en las artes y letras es lo mesmo. Predica muy bien el presentado, y es hombre que desea mucho el provecho de las ánimas; mas pregunten a su merced si le pesa cuando le dicen: "¡Oh, qué maravillosamente lo ha hecho vuestra reverencia!" Justó muy ruinmente el señor don Fulano, y dio el sayete de armas al truhán, porque le loaba de haber llevado muy buenas lanzas. ¿Qué hiciera si fuera verdad?

Y todo va desta manera: que confesando yo no ser más santo que mis vecinos, desta nonada, que en este grosero estilo escribo, no me pesará que hayan parte y se huelguen con ello todos los que en ella algún gusto hallaren, y vean que vive un hombre con tantas fortunas, peligros y adversidades.

Suplico a vuestra M. reciba el pobre servicio de mano de quien lo hiciera más rico si su poder y deseo se conformaran. Y pues V.M. escribe se le escriba y relate el caso por muy extenso, parecióme no tomalle por el medio, sino por el principio, porque se tenga entera noticia de mi persona, y también porque consideren los que heredaron nobles estados cuán poco se les debe, pues Fortuna fue con ellos parcial, y cuánto más hicieron los que, siéndoles contraria, con fuerza y maña remando, salieron a buen puerto.

Tratado Segundo

Cómo Lázaro se asentó con un clérigo, y de las cosas que con él pasó.

A cabo de tres semanas que estuve con él, vine a tanta flaqueza que no me podía tener en las piernas de pura hambre. Vime claramente ir a la sepultura, si Dios y mi saber no me remediaran. Para usar de mis mañas no tenía aparejo, por no tener en qué dalle salto; y aunque algo hubiera, no podía cegalle, como hacía al que Dios perdone, si de aquella calabazada feneció, que todavía, aunque astuto, con faltalle aquel preciado sentido no me sentía; más estotro, ninguno hay que tan aguda vista tuviese como él tenía. Cuando al ofertorio estábamos, ninguna blanca en la concha caía que no era dél registrada: el un ojo tenía en la gente y el otro en mis manos. Bailábanle los ojos en el casco como si fueran de azogue. Cuantas blancas ofrecían tenía por cuenta; y acabado el ofrecer, luego me quitaba la concheta y la ponía sobre el altar. No era yo señor de asirle una blanca todo el tiempo que con él viví o, por mejor decir, morí. De la taberna nunca le traje una blanca de vino, mas aquel poco que de la ofrenda había metido en su arcaz compasaba de tal forma que le duraba toda la semana, y por ocultar su gran mezquindad decíame:

"Mira, mozo, los sacerdotes han de ser muy templados en su comer y beber, y por esto yo no me desmando como otros."

Mas el lacerado mentía falsamente, porque en cofradías y mortuorios que rezamos, a costa ajena comía como lobo y bebía más que un saludador. Y porque dije de mortuorios, Dios me perdone, que jamás fui enemigo de la naturaleza humana sino entonces, y esto era porque comíamos bien y me hartaban. Deseaba y aun rogaba a Dios que cada día matase el suyo. Y cuando dábamos sacramento a los enfermos, especialmente la extrema unción, como manda el clérigo rezar a los que están allí, yo cierto no era el postrero de la oración, y con todo mi corazón y buena voluntad rogaba al Señor, no que la echase a la parte que más servido fuese, como se suele decir, mas que le llevase de aqueste mundo.


LA DIANA DE JORGE DE MONTEMAYOR (NOVELA PASTORIL)

En los campos de la principal y antigua ciudad de León, riberas del río Esla, hubo una pastora, llamada Diana, cuya hermosura fue extremadísima sobre todas las de su tiempo. Esta quiso y fue querida en extremo de un pastor, llamado Sireno; en cuyos amores hubo toda la limpieza y honestidad posible. Y en el mismo tiempo, la quiso más que a sí otro pastor llamado Sylvano, el qual fue de la pastora tan aborrecido que no había cosa en la vida a quien peor quisiese. Sucedió, pues, que como Sireno fuese forzadamente fuera del reino, a cosas que su partida no podía excusarse, y la pastora quedase muy triste por su ausencia, los tiempos y el corazón de Diana se mudaron; y ella se casó con otro pastor llamado Delio, poniendo en olvido al que tanto había querido. El cual, viniendo después de un año de ausencia, con gran deseo de ver a su pastora, supo antes que llegase como era ya casada.