Aquí
tenéis desarrollados los puntos que debéis trabajar en la actividad
propuesta con motivo de Halloween en Lengua los alumnos de 1º ESO B y 1º
ESO C
- Deben
buscar información sobre cómo los distintos pueblos han mostrado su respeto hacia
los muertos de su comunidad, las maneras
de dar sepultura a éstos, su concepción y visión de la vida después de la
muerte los diferentes pueblos y culturas a lo largo de la Historia.
- Deben
buscar información de cómo se celebra el
día de los difuntos en nuestro país y en otras culturas.
- Deben
averiguar la relación entre la obra teatral Don Juan Tenorio de José Zorrilla y
el día de Difuntos en España.
f -Deben
aportar los datos biográficos más relevantes del autor, nombrar sus obras más
importantes y, en caso de haber creado un personaje de ficción universal,
hablar de él y de su importancia e influencias.
-Aportar
algún fragmento de la obre más importante de alguno de los autores trabajados.
- Lectura
de los fragmentos y exposición en el aula de la información recabada.
- Los fragmentos, resúmenes, así como la
información solicitada deberá exponerse en una cartulina o mural que se colgará
en el aula.
¿CONOCES A ESTOS AUTORES
¿Y SUS OBRAS?
Bram
Stocker
E. A. Poe Mary Shelley
H.P.
Lovecraft
E.T.A Hoffman Horacio Quiroga
Guy de Maupassant Bécquer Stephen King
¿TE SUENAN DE ALGO ESTOS PERSONAJES LITERARIOS?
Frankenstein Drácula Doctor Jekyll y Mr Hyde
Sweeney Todd Fausto Capitán Ahab y Moby Dick
Sleepy Hollow
(El jinete sin cabeza) Dorian Gray Convidado de piedra
OBRAS INTERESANTES RELACIONADAS CON EL
TEMA
“Otra vuelta
de tuerca”, Henry James
FRAGMENTOS
EL GATO NEGRO, E. A. Poe
[…] Y entonces,
arrastrado por mis propias bravatas, golpeé fuertemente con el bastón que
llevaba en la mano sobre la pared del enladrillado tras de la cual se hallaba
el cadáver de la esposa de mi corazón.
¡Que Dios me
proteja y me libre de las garras del archidemonio! Apenas había cesado el eco
de mis golpes cuando una voz respondió desde dentro de la tumba. Un quejido, sordo
y entrecortado al comienzo, semejante al sollozar de un niño, que luego creció
rápidamente hasta convertirse en un largo, agudo y continuo alarido, anormal,
como inhumano, un aullido, un clamor de lamentación, mitad de horror, mitad de
triunfo, como sólo puede haber brotado en el infierno de la garganta de los
condenados en su agonía y de los demonios exultantes en la condenación.
Hablar de lo que
pensé en ese momento sería locura. Presa de vértigo, fui tambaleándome hasta la
pared opuesta. Por un instante el grupo de hombres en la escalera quedó
paralizado por el terror. Luego, una docena de robustos brazos atacaron la
pared, que cayó de una pieza. El cadáver, ya muy corrompido y manchado de
sangre coagulada, apareció de pie ante los ojos de los espectadores. Sobre su
cabeza, con la roja boca abierta y el único ojo como de fuego, estaba agazapada
la horrible bestia cuya astucia me había inducido al asesinato y cuya voz
delatadora me entregaba al verdugo. ¡Había emparedado al monstruo en la tumba!
El entierro prematuro, E. A. Poe
Ser
enterrado vivo es, sin ningún género de duda, el más terrorífico extremo que
jamás haya caído en suerte a un simple mortal. Que le ha caído en suerte con
frecuencia, con mucha frecuencia, nadie con capacidad de juicio lo negará. Los
límites que separan la vida de la muerte son, en el mejor de los casos,
borrosos e indefinidos... ¿Quién podría decir dónde termina uno y dónde empieza
el otro? Sabemos que hay enfermedades en las que se produce un cese total de
las funciones aparentes de la vida, y, sin embargo, ese cese no es más que una
suspensión, para llamarle por su nombre. […]
La
dama fue depositada en la cripta familiar, que permaneció cerrada durante los
tres años siguientes. Al expirar ese plazo se abrió para recibir un sarcófago,
pero, ¡ay, qué terrible choque esperaba al marido cuando abrió personalmente la
puerta! Al empujar los portones, un objeto vestido de blanco cayó rechinando en
sus brazos. Era el esqueleto de su mujer con la mortaja puesta.[…]
Desesperado
y aún inflamado por el recuerdo de su cariño profundo, el enamorado viajó de la
capital a la lejana provincia donde se encontraba la aldea, con el romántico
propósito de desenterrar el cadáver y apoderarse de sus preciosos cabellos.
Llegó a la tumba. A medianoche desenterró el ataúd, lo abrió y, cuando iba a
cortar los cabellos, se detuvo ante los ojos de la amada, que se abrieron. La
dama había sido enterrada viva. Las pulsaciones vitales no habían desaparecido
del todo, y las caricias de su amado la despertaron de aquel letargo que
equivocadamente había sido confundido con la muerte. Desesperado, el joven la
llevó a su alojamiento en la aldea. Empleó unos poderosos reconstituyentes
aconsejados por sus no pocos conocimientos médicos. En resumen, ella revivió. Reconoció
a su salvador. Permaneció con él hasta que lenta y gradualmente recobró la
salud. Su corazón no era tan duro, y esta última lección de amor bastó para
ablandarlo.[…]